Durante la década de 1960, el propionato de testosterona perdería gran parte de su popularidad a favor de los compuestos de cipionato de testosterona y enantato de testosterona a base de éster más grande. Sin embargo, todavía se usa con fines medicinales hoy en día, así como por muchos atletas de alto rendimiento.
Fuera de la mejora del rendimiento, el propionato de testosterona ha encontrado varios usos terapéuticos. Sin embargo, como todas las formas de testosterona, el tratamiento de la deficiencia de andrógenos masculinos, como la testosterona baja, siempre ha sido el punto de uso más común.